Joder.
A ver, escribo esto desde casa de mi tío. La he cagado.
Siempre me ha gustado salir por ahí, pero joder, como a todos. El caso es que ya el 24 y el 25 me apetecía salir por ahí con los amigos y tal, pero mis padres me decían que eran fechas familiares y que tenía que estar en casa con ellos y con mi abuela y tal. Muy a mi pesar les obedecí el 24, porque joder, es nochebuena y hay que estar con ellos, pero me apetecía tela salir.
Pero el 25 ya si me pareció lógico el poder salir por la noche, y se lo dije (de hecho mis amigos si salen). Pero ellos siguieron con lo mismo, que no salga, que tengo que estar con la familia. Llegamos a gritarnos, y eso que yo nunca me grito con mis padres. Pero es que lo veía demasiado injusto.
El caso...
Ayer a la hora de cenar, volví a insistirles en que quería salir, que además era mayor y que iba a salir quisieran o no. Otra vez con gritos. Al llegar las 12 de la noche, que estaban medio dormidos, salí.
Joer, fue la puta ostia. Bebí bastante, pero sin llegar a pillarme una mierda exagerada. A las 4 de la mañana terminé con una amiga muy "especial" en un local de unos amigos y pasé una noche con ella... joder, genial. Después, a las 7 de la mañana volvieron mis amigos borrachos aún al local y nos pusimos a jugar a la pley hasta las 11 de la mañana.
Volví a casa, temiéndome lo peor (pero nunca pensando en que me dirían esto) y entré. Allí estaban mis padres (mi madre con los ojos rojos de llorar) y se quedaron callados. Yo iba a pasar de la situación pero de repente mi padre me dice: "Te hemos hecho las maletas". No me lo podía creer, me estaban echando. He aprovechado y les he contado todo lo que he hecho esta noche, sin omitir detalles, y que había sido la mejor noche de mi vida. Entonces mi madre cabreada aprovechó y me dijo lo que me quería decir: ¡Con tu tío y con tu tía irás a Bel Air!
Llamé a un taxi, cuando se acercó su molona matrícula me fascinó. Quería conocer a la clase de parientes que me espera en Bel Air con aire sonriente. A las siete llegué a aquella casa y salí de aquel taxi que olía a cuadra. Estaba en Bel Air y la cosa cambiaba. Mi trono me esperaba, el príncipe llegaba.